Hoy charlando con el Dpto. de recursos humanos de altare estábamos definiendo el perfil de una vacante que necesitamos cubrir para un cliente que nos solicita asistencia técnica para su proyecto hemos recordamos a un compañero muy particular que contratamos hace aproximadamente cinco años.  

En ese entonces necesitábamos cubrir una vacante temporal de tres meses de desarrollador web para un proyecto puntual, pusimos la oferta en infojobs y se apuntó. Revisando su cv me llamo la atención que no era desarrollador web, su perfil era técnico de sistemas pero vi que había hecho una formación y bastantes proyectos independientes por su cuenta. 

Solo por curiosidad le llame para preguntarle, primero de todo si había visto que la oferta era temporal (ya que por principios, nunca cogemos a gente con trabajo para cosas temporales salvo), a lo que me confirmo “si, claro que lo he visto”

Mi siguiente duda era ¿si es técnico de sistemas con un puesto fijo, por que se apuntaba a una oferta de desarrollo web temporal? 

Según me comento había aprendido hacerlo, y hacia hecho multitud de proyecto gratis, (se ofreció a enseñármelos) pero nunca había tenido la oportunidad y aunque fuera temporal estaba MUY interesado en la oferta. 

Mi cabeza exploto, al principio me pareció un tío muy extraño… tenía trabajo estable, un salario digno y DOS HIJOS! Y con todo esto, estaba dispuesto a lanzarse a la piscina por un trabajo temporal, en un área distinto al suyo. ESTO SI QUE ES SALIR DE LA ZONA DE CONFORT

Finalmente decidimos contratarlo, sobre todo por sus ganas.  Después de terminar el proyecto de tres meses con el cliente, decidimos incluirle en otro proyecto de un año y medio en el cual tampoco encaja a la perfección pero sabíamos que se adaptaría – ¿por qué? -, demostró ser un tío muy válido, se documentaba, aprendía, demostraba mucho interés por su trabajo y además nuestro cliente quedó muy feliz con nuestro servicio en gran parte gracias a él. 

Hoy, después de cinco años sigue con nosotros.